¿En alguna ocasión te has preguntado hacia dónde va tu vida? El lugar donde te encuentras ahora tiene mucho que ver con tus hábitos y creencias del pasado. La cuestión es: ¿estás satisfecho con la dirección que sigue tu vida? Estoy seguro de que cambiarías algunas cosas en tu vida actual, y ese es el motivo por el cual tomas tus propias decisiones. El problema es que las cosas no siempre salen como esperabas. Hay elementos que te frenan en tu camino, como los miedos, las dudas y las creencias limitantes.
Durante nuestra infancia (0-7 años), nuestra mente se comporta como una esponja. Todo aquello que vemos y oimos de nuestros padres, amigos, profesores, líderes religiosos… penetra en nuestro subconsciente y lo damos por válido, no lo cuestionamos. Al llegar a la edad adulta, estas creencias serán las que determinen nuestra forma de pensar y de actuar. En ocasiones, estas creencias serán válidas para lograr ciertos objetivos, pero en otras muchas ocasiones, nos limitarán y nos impedirán llegar a lugar que queremos.
Pondré un ejemplo: Si has experimentado pobreza económica durante tu infancia, has visto sufrir a tus padres por la falta de dinero, has vivido privándote de cosas que otros niños sí tenian, etc… en la edad adulta te será difícil conseguir tener una vida abundante porque tus creencias sobre el dinero serán del tipo “el dinero cuesta mucho de ganar”, “el que nace pobre muere pobre”, etc…
En cambio, si has vivido una niñez en la que experimentaste abundancia, donde todos tus deseos eran colmados, tus padres tenían una negocio exitoso, etc… tus creencias sobre el dinero serán distintas: “el dinero es fácil de ganar”, “siempre tengo todo lo que necesito”, ” és fácil tener éxito en los negocio”, etc…
Las creencias limitantes no solo nos afectan en el ámbito económico, esto es solo un ejemplo. Esto es válido para el tema de la autoestima, relaciones, salud…
La mayoria de las personas creen que somos víctimas del destino, y que estamos condicionados por la “realidad” externa. Pero dicha “realidad” no es más que una “realidad” personal, filtrada por nuestra creencias. Son nuestras creencias las que crean nuestra realidad.
La buena noticia es que las creencias se pueden cambiar. Para identificar nuestras creencias solamente tenemos que ver cual es nuestra realidad, la que vemos, en cualquier ámbito de nuestra vida. Una vez identificadas, las podemos cambiar por aquellas creencias potenciadoras, que nos apoyen en nuestro objetivo, ya sea tener mejor salud, un trabajo que nos guste, mas abundancia económica, una relación de pareja como nosotros queremos, etc…
PSYCH-K® es la herramienta más poderosa que conozco para cambiar creencias subconscientes, por su rápidez y sencillez. En pocos minutos puedes sustituir una creencia limitante por otra potenciadora. Te invito a probar esta herramienta casi mágica!
No sobrevivas la vida, vívela con toda su intesidad!!
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