En general, nos pasamos la vida buscando comprender el porqué de nuestras reacciones, con la creencia de que esa comprensión nos ayudará a cambiar. Nos han hecho creer que en la comprensión del motivo se halla la solución, cuando todo el mundo es conocedor de la habitual esterilidad que se encierra en procesos como la psicoterapia.Todos tenemos bloqueos emocionales. Las experiencias del día a día activan en nosotros un sinfín de emociones que deben ser gestionadas oportunamente. No hacerlo nos lleva a interiorizar la energía de dicha emoción, que se queda atrapada en nuestras células.
Las células se quedan vibrando en la frecuencia de dichas emociones. Con posterioridad, cualquier nueva vivencia que nos genere una emoción similar a la que quedó atrapada refuerza y amplifica energéticamente dicha emoción.
Las emociones no son buenas ni malas, únicamente se trata de información respecto al grado de coherencia existente entre las experiencias que estoy viviendo y mi realidad interior, mis creencias. Cada emoción proporciona una información diferente a cada persona y debe ser, por lo tanto, interpretado de un modo individual.
Nosotros somos como el dial de una radio que sintoniza multitud de emisoras. Cada emisora emite y se expande con su propia frecuencia y es el aparato quien se encarga de sintonizar con ese estímulo y reacciona transformando la energía que recibe en sonido. Las emociones son como esas emisoras de radio. Cada una presenta una frecuencia energética característica, que fluye y se expande por nuestro cuerpo y mucho más allá.
Las emociones no liberadas nunca mueren. Esas emociones atrapadas que vamos metiendo en la mochila se amplifican cada vez que nos encontramos con situaciones con las que resuenan, llevándonos a reproducir determinadas reacciones y comportamientos con los que habitualmente nos sentimos incómodos. Cuanto mayor sea el sufrimiento causado por el suceso originario que desencadenó la emoción atrapada, o cuanto más la hayamos amplificado, posteriormente, mayor será la probabilidad de su reactivación futura.
Los bloqueos emocionales nos afectan tanto a nivel físico como emocional. Cada emoción vibra con una determinada frecuencia energética y según esta frencuencia, resonará más o menos en un determinado órgano de tu cuerpo (o en alguna parte de este). El órgano afectado no recibe los nutrientes con fluidez y regularidad y es aquí cuando se abre la puerta a la aparición de enfermendades.
Afortunadamente, el proceso es reversible y existen distintas técnicas que nos permiten liberar los bloqueos emocionales de forma rápida, efectiva, sin tener que sufrir y sin efectos secundarios.
Acostumbramos a buscar el origen de un determinado bloqueo emocional, en algún suceso específico, pero normalmente, los bloqueos vienen provocados por diferentes sucesos. Cuando dejamos a nuestro subconsciente que nos guíe en la liberación de los bloqueos emocionales podemos observar de dónde provienen nuestros bloqueos.
La transformación de creencias limitantes por creencias potenciadoras, nos ayudan a dirigirnos hacia donde queremos ir, en cualquier área de nuestra vida (salud, relaciones, prosperidad…). Pero también es necesario tener en cuenta la liberación de bloqueos emocionales antes de grabar nuevas creencias potenciadoras en nuestro subconsciente. De esta manera, nos aseguramos de tener el camino libre hacia nuestro objetivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario