Desde el punto de vista tradicional se define alergia como una reacción excesiva e inadaptada, como resultado de una disfunción de la regulación del sistema inmunitario de nuestro organismo, frente a una sustancia exterior, llamado generalmente antígeno o alérgeno.
Al igual que todas las enfermedades, las alergias son una forma en que el cuerpo o nuestra biología trata de expresar un mensaje o intenta reaccionar a una situación que generalmente se puede evitar si cambiamos nuestro enfoque mental o nuestras creencias.
en PSYCH-K® hablamos de alergias aparentes, pues normalmente aparenta ser una alergia a cierto elemento de la naturaleza, cuando en realidad está relacionado con algo diferente. Quizás nuestro cuerpo reacciona a un alimento, al polvo, al polen o algún químico, pero esa reacción nace debido a una situación relacionada a una persona, evento o situación desagradable que vivimos en un momento en que estaba presente dicho elemento. Así que nuestro cuerpo asocia dicho momento desagradable con la presencia del mismo.
Siendo así, a partir del momento desagradable nuestro cuerpo intenta defenderse de ese elemento extraño que “aparentemente” nos hizo daño. Llámese polen, polvo, algún alimento o químico.
Esa creencia de que ese elemento es el causante de una situación en la cual debe defenderse el cuerpo se soluciona por medio de un cambio de creencias en nuestro subconsciente.
Trabajamos un balance de alergia aparente en el que el subconsciente nos ayuda a identificar cuál es la situación traumática o estresante en nuestra vida que disparó la alergia. Y una vez que la identificamos eliminamos o reducimos la carga emocional negativa sobre esa situación. En la mayoría de los casos esto es suficiente para eliminar la alergia.
Imagínate sentado debajo de un árbol con una persona de la que estás muy enamorado. Estás tranquilo, pero en el ambiente hay polen que se adhiere en las mucosas de la nariz y los ojos. De pronto la otra persona te dice: Hoy es el último día que nos veremos, mañana me voy a otro país a vivir”. En ese momento nuestro cerebro registra y asocia el polen del ambiente con el shock emocional. En ese momento no pasa nada, pero al año siguiente, al entrar en contacto de nuevo con el polen, la persona sufre una crisis alérgica, a estornudar y tener problemas respiratorios, pues el inconsciente prefiere que me preocupe de los síntomas a recordar la agresión, el drama y el dolor de la separación.
Ocurre lo mismo con la alergia al polvo, a los alimentos, etc…
Te invitamos a realizar una sesión con PSYCH-K® para buscar esa situación o persona por la cual se te generó esa alergia aparente. Realizaremos varios balances para cambiar las creencias en tu subconsciente y eliminar la carga emocional asociada al recuerdo que provocó esta alergia.
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