22 de julio de 2016

LA MENTE SUBCONSCIENTE, ESA GRAN DESCONOCIDA

La mente subconsciente es una gran desconocida para la mayoría. La mente subconsciente es reactiva, es decir, se limita a repetir siempre las mismas respuestas a las señales que recibe. Al ser de naturaleza refleja, sus actos no están controlados por la razón o el pensamiento, lo que nos evita ser conscientes de todo lo que hacemos: respirar, masticar, parpadear, combatir virus, bacterias…
La mente subconsciente es una gran amiga que, entre otras, dirige las funciones biológicas y motrices que nos mantienen vivos y nos proporcionan movilidad, y las realiza automáticamente para que nosotros podamos enfocar nuestra atención en otras cuestiones. Es la responsable directa del equilibrio de nuestro organismo.
Muchas de las funciones y reacciones generadas por nuestra mentes subconsciente son totalmente ajenas a nuestro cerebro, y por lo tanto, a nuestra mente consciente.
El subconsciente actúa siempre desde el momento presente, examinando detenidamente el mundo que nos rodea y las señales externas, percibiendo las condiciones del entorno y reaccionando de inmediato con un comportamiento previamente adquirido, sin hacer juicios ni preguntas.
El subconsciente actúa según la información de que dispone. Todas nuestras experiencias vitales se almacenan, como si de un disco duro de un ordenador se tratase, para ser utilizadas posteriormente sal determinar nuestra respuesta ante estímulos similares.
El subconsciente no distingue entre el bien y el mal, simplemente actúa como respuesta a los estímulos que recibe. Y teniendo en cuenta que más del 95 por ciento de  nuestras decisiones, acciones, emociones, provienen del subconsciente, si nuestras percepciones o aprendizajes no han sido correctos, nuestras respuestas tampoco lo serán.
La buena noticia es que podemos cambiar la información del subconsciente a voluntad. Podemos preguntar a nuestro subconsciente cuál es el mejor camino para realizar una determinada transformación. Es fácil reprogramar  la información de nuestro subconsciente para que nos apoye en un objetivo.
Nuestra capacidad para funcionar con eficacia, tanto personalmente como profesionalmente, está afectada por creencias como “Soy competente”, “Soy poderoso”, o “Me siento seguro”. Con creencias como estas, se pueden emprender proyectos exigentes con confianza y mantenerse centrado en la tarea a desarrollar. Pero si tienes creencias tales como “No confío en mi para hacer un buen trabajo”, o “Las decisiones que tomo suelen salir mal”, procederás con vacilación, temiendo equivocarte, ser criticado y fracasar.
Las creencias subconscientes ayudan a crear tu realidad. Las creencias establecen los límites de lo que podemos lograr. Sustituir creencias limitantes por otras potenciadoras es fácil y se puede conseguir de muchas formas. Yo facilito sesiones de PSYCH-K® para conseguir reprogramar estas creencias, de forma fácil y rápida.
PSYCH-K® te ayuda a comunicarte directamente con tu mente subconsciente, de forma fácil y rápida, y a la vez, utilizando métodos que duran solamente unos pocos minutos.

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